Si se quiere lograr el cobro de una deuda, es muy importante en primer lugar, ejercer cierta presión sobre el deudor hasta recibir una respuesta o compromiso. Es decir, resulta indispensable que acreedor y deudor no pierdan el contacto, con el único objetivo de que el moroso entienda la firme voluntad que tiene la otra parte de cobrar la deuda.
No obstante, es habitual que por problemas reales de liquidez del deudor, éste último realice entregas parciales, comprometiéndose a su vez a cumplir un calendario de pagos para amortizar la deuda.
El hecho de acudir a la vía judicial implica una serie de gastos, por ejemplo en tasas judiciales, además de alargar en el tiempo la solución del impago, por lo que los acuerdos de pago con los deudores pueden ser una buena alternativa a la hora de recuperar las cantidades adeudadas.
Si se encuentra usted en esa tesitura, nuestros abogados se encargarán de negociar en su nombre, salvaguardando sus intereses y documentarán el reconocimiento de deuda, así como el acuerdo de pago, vigilando su cumplimiento.
El cobro judicial
La obtención de una sentencia favorable es el medio más eficaz y contundente para lograr el cobro de deudas de morosos. En este sentido, resulta de especial importancia llevar a cabo una valoración jurídica y económica de la viabilidad del cobro de las mismas, y de esa manera poder optar por la vía procesal más adecuada.
Existen ciertos procedimientos judiciales, como puedan ser el monitorio o el cambiario, que permiten actuar sobre los bienes del deudor, embargándolos en aquellos supuestos de falta de oposición a la reclamación judicial.
No obstante, y siempre que se disponga de un titulo ejecutivo o, aun en el caso de que se haya obtenido una sentencia favorable, ésta no se cumpla; podrá, a través de la ejecución judicial, solicitarse el embargo de bienes del deudor para el cobro forzoso de la cantidad pendiente de pago, intereses y costas del proceso ejecutivo.